El cuadro de Jesús Escribano se impuso no sin apuros al Maravillas Madrid y vuelve a ocupar la primera plaza en solitario
El Cajasur CBM se impuso a La Salle Maravillas de Madrid por 30-26 tras un partido muy complicado en el que la escuadra colegial demostró ser un dignísimo rival, de los mejores equipos que han pasado por Fátima en lo que va de temporada. El marcador al descanso reflejaba igualdad e incluso fue favorable a los visitantes durante buena parte de la segunda mitad, pero los granates dejaron lo mejor para los diez minutos finales, en el que decantaron la balanza de su lado.
Complicada primera mitad para un Cajasur CBM que, como siempre, intentó imponer su ritmo de salida, pero se encontró con un respondón La Salle Maravillas, con una portería muy atinada y su lateral izquierdo demostrando mucho poderío en el lanzamiento exterior. Sin poder distanciarse en el electrónico y con la sensación de que el partido se le podía hacer bola, el cuadro granate se marchó al descanso con el marcador igualado (17-17).
Y no cabe duda que se le hizo, porque los primeros quince minutos de la reanudación fueron muy difíciles para los de Escribano, que no encontraban para nada su mejor tono ofensivo, algo de lo que sacaba partido el cuadro visitante para ir subiendo la tensión en Fátima poco a poco, afrontando la parte final con dos de ventaja. Pero el Cajasur despertó del letargo con un Manu González muy inspirado en la parte final del partido y la raza de Iván Monteiro, que personificaron el buen nivel general en los últimos diez minutos para llevarse el partido, el liderato en solitario y la tranquilidad de ganar nuevamente en Fátima.