- Las pupilas de Mario Ortiz, con el billete para la fase de ascenso en el bolsillo, quieren poner broche de oro a su gran trayectoria liguera
El penúltimo baile le llega al Deza CBM el próximo sábado en el Príncipe de Asturias de Sanlúcar la Mayor. Penúltimo por suerte, ya que las granates jugarán la final de 1ª Nacional ante el BM Solúcar siendo conscientes de que tienen ya su premio conseguido, el billete para disputar lo que supondrá una histórica fase de ascenso a División de Honor Plata. Como quiera que sea, las granates quieren llevarse este premio que supone ser el mejor equipo de esta categoría en Andalucía, y así de paso, tener alguna mayor opción de poder organizar la fase. La final en tierras sevillanas se jugará el sábado a partir de las 19:00 horas, con arbitraje de la pareja onubense formada por Marcos Domínguez Morian y Jorge Batanero Geraldo.
Camino más largo de lo que parece hasta llegar a esta final, porque, aunque el grupo liguero era corto, los cruces de cuartos y semifinales supusieron cuatro batallas muy desgastantes, con una lucha de poder a poder que trajo un rédito muy importante a las granates. No en vano, esta final es un premio a la gran temporada realizada, con el añadido de saber que, pase lo que pase, el equipo luchará por estar en Plata dentro de dos fines de semana.
Pero lo primero en el tiempo es este partido que decidirá el mejor equipo del grupo andaluz de 1ª Nacional. En este sentido, el técnico Mario Ortiz señaló que “lo afrontamos como una posibilidad de encontrar un premio al trabajo de todo el año, sabiendo que la cita más importante será la fase de ascenso, pero con toda la ilusión y las ganas del mundo de proclamarnos campeonas. Sería una gran recompensa e inyección de moral de cara a la fase, más después de lo difícil que ha sido el año”.
Respecto a las posibilidades de su equipo en esta final a partido único, el técnico granate destacó que “va a ser un partido muy complicado porque Solúcar es muy competitivo, con una plantilla muy difícil de superar, gran nivel defensivo y desequilibrio ofensivo. Además, el hecho de jugar en su casa da más dificultad al partido”.
Acostumbrado a trabajar bajo mínimos en las últimas semanas, con la plaga de lesiones afectando fuerte al equipo, Ortiz apostilló que “llegamos como en las últimas semanas, con muchas bajas y con una plantilla muy joven, pero tirando del equipo juvenil. Con todo esto, seguro que va a ser una jornada muy bonita, con un buen ambiente y ojalá sea un día muy feliz para el Córdoba de Balonmano”.