- Los granates visitan al Horneo Sporting Alicante con muchas bajas, pero con la idea de puntuar lejos de casa
La penúltima cita de la temporada para el Cajasur CBM, el último desplazamiento en esta fase de ascenso a Asobal, lleva a los de Jesús Escribano a tierras levantinas para medirse al Horneo Sporting Alicante. Los granates intentarán puntuar lejos de Fátima, objetivo que no han podido llevar a cabo en toda esta fase de la competición. El duelo se jugará en el mítico Polideportivo Pitiu Rochel el sábado a partir de las 19:00 horas, con arbitraje de la pareja formada por el valenciano Sergio Estellés García y el madrileño Mauro Antonio Montero Suárez.
El Cajasur buscará su segunda victoria en esta fase de ascenso, precisamente ante el único equipo al que ha conseguido derrotar, un Sporting Alicante que sucumbió en Fátima en el famoso partido de las goteras. Clasificatoriamente, dos puntos separan al Cajasur, octavo, y a la escuadra alicantina, justo un puesto por debajo de los granates, por lo que todo lo que signifique puntuar significará que el Cajasur terminará por encima de su rival.
Será difícil porque al Cajasur le ha venido todo en contra en esta fase de ascenso, con las lesiones nada más comenzar -la enfermería la llenan ahora Requena, Nano, Pablo y Jota Abad- más la sanción a Juanlu, que cumplirá su segundo y último partido de castigo. Muy mermado por esta circunstancia, el mister granate volverá a tener problemas para completar una convocatoria de jugadores plenamente aptos para jugar.
En este sentido y sobre el duelo del sábado, el propio Escribano señaló que “nos jugamos la honra con un equipo que tiene muchas bajas, a las que se une la de Jota Abad. Es cierto que será un partido extraño porque, clasificatoriamente, ellos están en una situación parecida a la nuestra, y parece que va a haber una renovación importante en su plantilla”.
Respecto al rival del próximo sábado, el mister granate señaló a grandes rasgos que “tienen un equipo parecido al nuestro y al de Burgos. Juegan rápido buscando situaciones de uno contra uno, o que la defensa se quede plana para tirar de lanzamiento en siete u ocho metros con Didac y Cristian Moll. En definitiva, están muy bien entrenados y trabajados”.
Escribano se lamentó de la situación actual que atraviesa su equipo para afrontar este final liguero. “Con lo que tenemos disponible vamos a intentar salvar los muebles. Prácticamente no tenemos rotación en la primera línea y en defensa nos va a costar plantear un siete con ciertas garantías para lo que estamos disputando, que es una fase de ascenso a Asobal, aunque ya esté todo repartido”.