- El Cajasur CBM vuelve a una fase de ascenso a Asobal justo tres décadas después de quedarse a las puertas de dar el salto
Suele decirse que lo más bonito que tiene el deporte, y la competición en términos generales, es que siempre te da la oportunidad de resarcirte tras una decepción o una gran empresa que no pudo llegar a concretarse. Hace justo tres décadas, un grupo de jugadores se quedó a las puertas de conseguir un hito dentro del balonmano capitalino cordobés, tocando casi con la yema de los dedos el ascenso a la máxima categoría. Treinta años después, la historia se repite, con unos condicionantes distintos, pero también con paralelismos.
Corría la temporada 90-91 cuando un club con apenas una década de vida colocaba a su equipo senior en la segunda categoría nacional. Con un proyecto lleno de ilusión y con el viejo Poli de la Juventud como centro de mandos, se completó un magnífico año, terminando segundo de grupo y clasificándose para la fase de ascenso junto al Caserío, Avilesina, Galdar, Cuenca y Guadalajara.
Conquenses y alcarreños se ganaron las dos plazas directas a Asobal, mientras que al Cajasur y al Caserío les tocó librar promoción de ascenso contra el Tenerife Tres de Mayo y el Valladolid. Una eliminatoria a ida y vuelta en la que los cordobeses cayeron por nueve tantos en tierras insulares, ganado la semana siguiente en Córdoba por tres. El salto entre las plantillas de la máxima categoría y de Primera Nacional era muy elevado, algo que también sufrió el Caserío, quedándose igualmente en la categoría.
Ese mítico Cajasur, considerado como el mejor de la historia, lo presidía Juan Ignacio Rubio, lo entrenaba Antonio Reyes y su plantilla la formaban Juan Martel, Juan Antonio Ruiz, Gabi García, Rafa Durán, Pepe Martín, Jesús Fernández, Carlos Camacho, Simón Roldán, Martín del Rosal, Ángel Gisbert, Jorge Peláez, Leopold Kalin, Pepe Lubián, Juanmi Marín, Vicente Rodríguez y Abdeselam Ibnziaten “Bem”.
Paradojas de la vida, justo treinta temporadas después el Cajasur abordará su segunda tentativa de asalto a la Asobal, esta vez con un formato de liguilla de diez equipos, pero quizás con las mismas de clavar la bandera granate en un territorio que hace muy poco veíamos muy lejano.
Entre la temporada 1990-91 y la 2020-21 ha pasado un cambio de siglo, podemos leer este precioso artículo en nuestro dispositivo móvil -permítannos el autobombo-, muchos, desgraciadamente, nos han dejado, caso de nuestro añorado Martín, protagonista directo de esta historia, y otros llegaron a este mundo, como es el caso de la gran mayoría de una plantilla que quiere cerrar el círculo y que esta historia, tres décadas después, tenga un final más feliz. ¡Vamos a por ello!
Que lindos recuerdos me trae este bonito reportaje. Un grupo increíble, humilde y trabajador. Pero sobre todo un grupo de buenas personas. Ojalá salgo todo bien y veamos al equipo en Asobal la temporada que viene. Mucha suerte y gracias por seguir recordándonos. Un abrazo