Anselmo Ruiz de Alarcón Quintero ha regresado esta temporada al Club Córdoba de Balonmano doce años después de acabar su primera etapa en nuestra entidad. Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, este onubense es una eminencia en su campo de trabajo, enfocado al análisis de datos y estadísticas, centrado principalmente en el fútbol y el balonmano. Esta temporada Anselmo forma parte del cuerpo técnico del Cajasur CBM en Primera Nacional y quisimos conocer de primera mano su trayectoria profesional y cómo es el peculiar pero importante trabajo que realiza para el equipo.
¿Cómo y cuándo surge el interés por la analítica de datos enfocada a nuestro deporte?
En balonmano hay un momento crucial en este aspecto, es el Europeo de Sevilla y Ciudad Real de 1996. En ese momento se decide crear un sistema estándar de datos, un formato pionero ideado por Dietrich Späte para la IHF. Lo que nos ha llegado es una modificación de ese sistema básico, con el que el balonmano coge ventaja respecto a otros deportes, principalmente porque se centra en hacer un análisis por posesiones.
Estudiaste en el antiguo INEF en Granada y en esa época el balonmano era muy importante allí, ¿Supuso una influencia de cara al futuro?
Yo me acerco a todo esto en mis inicios de estudios de INEF en Granada. Yo provenía del fútbol, pero me llamó la atención que el balonmano ya tenía ese sistema estandarizado. La asignatura de balonmano me despierta una curiosidad importante, en parte por este método analítico, y empiezo a llevar equipos como monitor y, a la vez, a investigar un poco de manera autodidacta. Primero quería aplicar al fútbol esas enseñanzas que el balonmano me había aportado, y en esas sigo, con un diálogo constante entre ambos deportes. Cuando consigo entender todo el sistema, comienzo a recibir análisis de datos de la mano del profesor Juan Antón, que era en ese momento el responsable de la selección española de balonmano. Esos datos estaban al alcance de muy pocas personas. La gran explosión fue al llegar aquí a Córdoba en 2009 y comenzar a sintetizar todo ese sistema.
El primer destino en este aspecto fue nuestro club hace unos quince años, pero no estaba única y exclusivamente centrado en el análisis de datos durante el juego. ¿Qué labores desarrollaste además?
El objetivo de llegar a Córdoba estaba claro. Tenía planificado y decidido desde hace un año el acudir a un centro total de balonmano que tuviera el volumen suficiente de partidos y equipos, y el Córdoba de Balonmano era el sitio perfecto para poder poner en práctica las herramientas en tres ámbitos: Análisis de datos, análisis de videos y preparación física. Ya había practicado en Maracena y UGRA, pero necesitaba 24 horas de balonmano. El tiempo me fue indicando más que el camino para una ventaja competitiva era el análisis de datos, que es en lo que me centré, llevando además labores de gestión y gerencia.
Luego vas haciéndote un nombre en lo que supone el análisis estadístico puro y duro, compaginando fútbol y balonmano al más alto nivel
Al terminar mi periodo en Córdoba en 2011, necesitaba poder aplicar los conocimientos de manera más constante. A los pocos meses me contrató el Betis, donde estuve tres temporadas aplicando el análisis de datos, tanto en el aspecto médico como en el del juego. En verdad el trabajo en el Betis y en el Córdoba BM era muy parecido, con un número de jugadores en cantera y volumen de partidos los fines de semana similar. Acabada mi etapa en el Betis aterricé como analista de datos en una multinacional, Double Pass, pero sentía que me faltaba la pista y el balonmano de primera mano, por lo que, a pesar de no estar en ningún club de balonmano, me dediqué a crear los sistemas y bases de datos en los que está basado mi sistema actual.
Y ahora alternas funciones de análisis en un trasatlántico como es el Chelsea, un Asobal histórico como es el Ademar León y en nuestro modesto CBM. ¿Cómo es alternar estas diferentes facetas con tantas diferencias y qué CBM te has encontrado?
En 2017, cuando volví al balonmano con el Hannover y el Barça, me di cuenta de que había perdido el contacto con el resto de categorías. Cuando estás sólo en balonmano de élite, ni siquiera sabes de balonmano de élite. Necesitaba perspectiva y adquirí un hábito que consistió en tener monitorizados tres niveles de fútbol y balonmano: Champions, máxima categoría liga y otra categoría submáxima. Hay muchas diferencias, la principal es que en nuestro CBM en Primera Nacional los datos los tienes que generar tú, mientras que en élite de fútbol y balonmano vienen servidos. Hay que agradecer que se haya mejorado en los datos de Primera Nacional, son fiables, pero escasos, no tengo datos de posesiones a no ser que yo los introduzca manualmente. Pero es un ejemplo de lo que es la categoría, el Córdoba de Balonmano tiene el mismo poco apoyo externo que me encontré en 2009. Por eso, me gustaría que la experiencia que he adquirido en gestión o en otros ámbitos pudiera servir al club, incluso en forma de posibles ingresos.
Explícanos a grandes rasgos en qué consisten tus funciones y ocupación principales en nuestro club y cómo es la interacción con el técnico
En el primer equipo realizo análisis de partidos en un plazo de 24 horas. Hay dos tipos de análisis, pero los dos con la misma estructura. He estrenado un sistema de análisis en directo que se envía como alertas directamente al entrenador, además se generan unos acumulados. Mi aspiración sería poder implementar ese sistema en todos los equipos del club, pero que fuera por convencimiento y no por imposición. Mis sistemas son abiertos y gratuitos, sólo hace falta disponer de un dispositivo móvil y creo que puede generar una ventaja, tanto para rendimiento como para desarrollar jugadores de una forma más eficiente.
Numéricamente, esta temporada nuestro equipo masculino está sorprendiendo positivamente, ¿No?
El equipo ha crecido de manera muy interesante desde el inicio de temporada. La defensa siempre ha funcionado, y ha sido el ataque el que se ha ido ajustando poco a poco. El primer día de pretemporada indiqué en la pizarra los factores que podían llevar al objetivo marcado. En defensa siempre se cumplieron y en ataque se han ido adquiriendo gradualmente. Tenemos un seguimiento muy amplio e importante que nos da una visión global del estado del equipo.
¿Cómo es participar como docente y ponente en congresos internacionales de la EHF u otros organismos oficiales?
Llevo diez años realizando este tipo de formaciones como profesor. Me ha ocurrido como al Cajasur CBM, tenía el conocimiento, pero no la forma óptima de comunicar. Yo comunico en español, inglés y portugués, y me ha costado encontrar mi propia voz en cada idioma. En ese sentido he conseguido encontrar una voz diferente en cada lengua y sé que ahora estoy llegando mejor a los alumnos. Intento enseñar muy poco, pero de una manera más asentada. Si estás atento a preguntas de alumnos y contenidos de compañeros te puedes adelantar a lo que va a pasar en tres o cuatro años, aspectos que van a ser tendencia en el futuro. Los clubes se están preocupando cada vez más por adquirir esa ventaja competitiva, que no es un milagro, es fruto de la formación.
Cada día los datos acaparan más tiempo e importancia en su relación con el deporte. ¿Estamos enfocados a una “tiranía” de las estadísticas? (en el buen sentido)
La tecnología es neutra, se trata de cómo usarla. Yo tengo claro de qué lado estoy, se trata de obtener ventaja competitiva e intentar que el equipo pequeño le gane al grande, porque el balonmano es el deporte en el que el grande parte con más ventaja. Yo ofrecí mi curriculum vitae a todos los equipos de Asobal, excepto al Barcelona, y el único equipo que me llamó fue el Barcelona. Sí es verdad que una vez allí, Jacobo Cuétara se interesó por el método, luego he llegado al Ademar de León por el interés de su entrenador Dani Gordo…etc. Pero es curioso, porque se ha dado por hecho que el dato puede beneficiar al grande, pero estimo que es lo contrario, el dato puede permitir democratizar. Podría ser una tiranía si los equipos pequeños no se dan cuenta de que disponen de herramientas para amenazar a los más grandes.