Los granates fueron todo el partido por delante, pero cedieron un parcial final de 1-7 que a punto estuvo de costarle los dos puntos
Partido loco en Fátima entre Cajasur CBM y BM Montequinto, saldado de manera feliz para un cuadro local que siempre llevó la manija en el marcador pero que se durmió los últimos minutos, terminando imponiéndose por la mínima (30-29) cuando había gozado de siete tantos de renta al descanso y hasta ocho a falta de diez minutos para la conclusión.
Dominio granate claro de salida, con un juego fluido en ataque y una defensa efectiva que comenzó a dar las primeras rentas. El Montequinto reaccionó algo, pero el Cajasur no quitó el pie del acelerador y el 12-6 era elocuente de lo que pasaba sobre la pista, con los de Escribano muy enchufados llegando al ecuador con 18-11 de ventaja.
La segunda parte comenzó con un Montequinto mucho más enchufado, reduciendo pronto su desventaja hasta los tres goles y creando problemas a un Cajasur que no estaba cómodo. Escribano pidió tiempo y las cosas mejoraron, porque los granates volvieron a jugar sus mejores minutos y todo parecía sentenciado con el 29-22 a falta de diez minutos, pero los sevillanos lucharon hasta el final y los locales terminaron venciendo de manera agónica.