- Los granates, cargados de bajas entre sus filas, superaron al BM Trops Málaga por 25-21 tras una segunda mitad de ensueño
Era el último partido en casa para el Cajasur CBM en 2019, y los granates decidieron poner el broche de oro a un año inolvidable. Victoria importantísima ante el Trops Málaga por 25-21 tras una segunda parte en la que la escuadra de Escribano fue una apisonadora, tras irse ambos equipos al descanso con el partido igualado. Más mérito si cabe tiene el triunfo dada la entidad del rival y, sobre todo, las bajas locales, ya que no se alinearon ni Ricardo Amérigo, ni Filipe Martins, ni Aitor Gómez, ni Raúl Pavón, además de la consabida baja de Juanlu Moyano, que aun así ocupó plaza en el banquillo.
Comenzó el partido con un clima de igualdad claro, en una primera mitad marcada por una clara superioridad de las defensas sobre los ataques, con protagonismo especial para ambos porteros, porque tanto Ramón Fuentes como Jorge Oliva aguaban la fiesta una y otra vez a sus contrincantes.
Por ello, y sin excesiva fluidez ofensiva en ambas áreas, el tanteo fue bajo en los primeros treinta minutos. El Cajasur, sin muchas piezas clave ofensivas, lo encomendaba todo al oficio de los Requena, Nazario, Hidalgo…etc, tomando tres de renta (6-3) que pronto fueron enjugados por un cuadro malagueño en el que Castro o Vidal comandaban la ofensiva.
Con empate a siete a falta de once minutos, ambos equipos se atascaron aún más en sus ataques, sin encontrar el camino al gol. Un tanto de Antonio Fernández, que aportó su granito de arena para superar un momento complicado, puso el 8-8 en el minuto veintiséis, y ya no se movió el electrónico, manteniéndose la igualada en el ecuador.
Muy distinta iba a ser la segunda mitad, porque el Cajasur volvió a salir desmelenado, recordando a las segundas partes contra Novás, Alcobendas…etc. Los visitantes consiguieron mantener más o menos la igualdad los primeros diez minutos, pero a partir de ahí el Cajasur comenzó a enloquecer el partido a su manera, llevándoselo a su particular terreno, corriendo cuando era posible y poniendo calma cuando le apetecía.
Con los contraataques de Hidalgo o León, y las acciones de un inspiradísimo Requena en ataque estático, más un plus de aplicación defensiva, el cuadro de Escribano consiguió despegar marchándose con cuatro de ventaja (18-14), obligando al banquillo malagueño a solicitar tiempo. Pero nada pudo arreglar Alfonso Carrión, porque los cajistas estaban desbocados y se marcharon con su máxima renta (22-16) a diez para el final. El duelo estaba ya casi en el bolsillo local.
Y si bien es cierto que el cuadro costasoleño lo siguió intentando hasta el final, no hubo casi opción a que el partido se apretara un poco, porque el Cajasur, con viento a favor, se fue nuevamente a los siete de renta (25-18) a falta de cuatro para el final. Un postrero parcial de 0-3 para los visitantes maquilló algo una victoria granate que sabe a gloria bendita para cerrar el año en Fátima, especialmente por las circunstancias en las que llegaba el equipo al partido. Ahora al CBM le restan dos partidos antes de acabar el año, la semana que viene en Aranda y el día 18 en el aplazado ante Antequera, pero los once puntos dan mucha más tranquilidad.
FICHA TÉCNICA: CAJASUR CBM 25–21 TROPS MÁLAGA
CAJASUR CBM: Ramón Fuentes, Alberto Requena (6), Esteban López (2), Nano (2), Antonio Hidalgo (2), Nazario (4), Padilla (2), Carlos León (4), Jota (1), Domingo, Juanan Romero, Antonio Fernández (1) y Pedro Castro.
TROPS MÁLAGA: Oliva, Castro (4), Vidal (2), Rudovic (2), Curro (2), Moledo (2), Armada (3), Artés (2), Zhukov, Quero, Fernández, Cabello (2), Palomeque (1), Alarcón, Portela y Roberto.
ÁRBITROS: Rodríguez Pacheco y Núñez Camacho (Andalucía). Excluyeron por el Cajasur a Nazario, Domingo, Padilla y el técnico Escribano; y por el Málaga a Moledo, Zhukov y Curro.
PARCIALES: 2-3, 6-3, 6-6, 7-7, 7-8, 8-8 (descanso); 10-10, 14-12, 18-14, 21-16, 24-18 y 25-21.
INCIDENCIAS: Encuentro correspondiente a la decimosegunda jornada de la División de Honor Plata disputado en la IDM Fátima ante unos 500 espectadores.
