Las granates encaran las últimas jornadas dependiendo de sí mismas, pero con un ojo en lo que hagan sus rivales por la fase
Últimas tres jornadas ligueras en el grupo D de División de Honor Plata femenina y el Deza CBM está muy cerca de firmar la proeza de meterse en eliminatorias por el ascenso a División de Honor Oro. Las granates dependen de sí mismas en lo que queda, pero no pueden permitirse fallos si no quieren ver reducidas casi a la nada sus posibilidades de clasificación, con el Estudiantes Ceuta acechando su plaza. La primera piedra de toque es en Madrid visitando la pista del BM Base Villaverde. El encuentro se disputará el sábado a partir de las 19:00 horas en el CDM Plata y Castañar, con arbitraje de la pareja de la Comunidad Valenciana formada por David Candela Arques y Gaspar Cabrero Montero.
Refuerzo muy importante en el apartado anímico el que supuso la victoria del viernes pasado ante el Atticgo Elche. Un partido al que se le temía por la presión por vencer que tenían las granates y por la entidad del rival, pero las de Benito Puerto realizaron uno de sus mejores partidos de la temporada, reconquistando la segunda plaza. La única nota negativa fue la lesión de Aroa Montoro, que ya se perderá el resto de la temporada.
Ahora toca aplicar lo mismo pero lejos de Fátima, en la pista de un cuadro como es el Base Villaverde que no lo va a poner nada fácil a pesar de la diferencia de puntuación entre ambos equipos. Las madrileñas son novenas y siempre tienen un gen muy competitivo, algo que demostraron en la primera vuelta en Fátima, vendiendo muy cara su derrota. Es imprescindible máxima concentración para afrontar este choque vital de cara a seguir manteniendo la segunda plaza, mirando de reojo lo que pueda hacer Ceuta en la pista del UCAM Murcia.