Toca este año darle la despedida a la generación del 2002. Una promoción de jugadores que se ha ganado por méritos propios entrar en el olimpo de la historia de nuestro club, ya que, no en vano, a tenor de los resultados obtenidos durante su formación, se mete directamente en el podio de los más laureados. Queda clavada la espina de un final abrupto, prematuro e inmerecido, para este grupo y todos los grupos de jugadores nacido que este año alcanzarán la mayoría de edad y que no tendrán la oportunidad de cerrar su etapa en base como hubieran esperado.
Recordando a bote pronto, los pupilos que desde alevines ha adiestrado Carlos Trigo han conseguido tres campeonatos provinciales, tres campeonatos y un bronce andaluz más un subcampeonato y un séptimo puesto nacional. Un botín envidiable y del que muy pocos podrán presumir.
El único título andaluz que no pudieron conquistar fue el alevín, ya que, tras conseguir sin apuros el campeonato provincial, un gol in extremis de Urci Almería nos eliminó en la semifinal autonómica, conquistando la medalla de bronce en el tercer y cuarto puesto. Era el preludio a todo lo que iba a venir luego.
Porque el ciclo infantil de la generación granate del 2002 fue muy exitoso. En su primer año el equipo se proclamó subcampeón provincial y participó en el CADEBA, mientras que en el segundo año llegó la excelencia, con los títulos provincial y andaluz, la victoria en el intersector nacional y el subcampeonato de España obtenido en Barcelona, donde sólo el FC Barcelona privó al equipo del título nacional. La semifinal, con heroica remontada ante Granollers incluida, quedó grabada en nuestra memoria para siempre.
También fue exitosa la etapa cadete, porque en su primer año el equipo volvió a completar la machada de infantiles, haciéndose con el subcampeonato provincial y participando en el CADEBA, mientras que el guion de dos temporadas anteriores volvió a repetirse en Córdoba y Andalucía, con sendos títulos. Superado también el intersector nacional, los granates conquistaron la séptima plaza en Alcobendas, superando lesiones y bajas de jugadores muy importantes.
Ya en edad juvenil, gran parte de la generación se integró en el equipo de División de Honor andaluza en su primer año, junto a los del 2001. El equipo fue tercero y disputó el intersector nacional rayando a un gran nivel. Fue el prólogo perfecto para que en la siguiente temporada, y en su última de formación, los del 2002 conquistaran su tercer campeonato de Andalucía y aportaran el vigésimo sexto y último, hasta la fecha, título autonómico del Córdoba de Balonmano.
Nos quedamos con la duda de saber hasta dónde podría haber llegado la aventura a nivel nacional en esta última temporada, pero el dichoso Covid se encargó de sesgar cualquier tipo de aspiración posterior. Como quiera que fuese, por trayectoria y éxitos, era de justicia dedicar unas palabras de despedida a una de las promociones más importantes que ha generado nuestra entidad en toda su historia.